Humo. La señal de que aquello de lo que procede se está consumiendo rápidamente.
Últimamente he pensado mucho en lo efímero de todo. En realidad, cada uno de nosotros se consume y se desvanece en pequeñas y desesperadas bocanadas de humo. Las relaciones humanas son frágiles porque siempre domina el egoísmo, la falta absoluta de empatía. La propia raza humana es débil, nuestra vida es un simple arco trazado en papel de seda. Acercad un mechero. De lo más hermoso, lo más vital... nos convertimos en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. La vida es efímera, no es de extrañar que sea tarea ardua y titánica encontrar a alguien; encontrarnos a nosotros mismos.
A pesar de este rápido viaje por la tierra en que consiste la vida, es importante mantener la entereza, los Ideales. Ignorar todo aquello que incurra en un daño a nuestra persona, dejar atrás esos enormes Errores que tratan de perseguirnos y hacer que nos consumamos entre sus garras, en definitiva, romper con lo anterior tantas veces como sea necesario para poder tejer un futuro en que sólo brille un sol, sin nubes, sin niebla que entorpezca nuestros pasos.
Es hora de ponerse la armadura, de que el acero nos haga más pesados que el humo, de anclar los pies en la tierra o en los sueños -lo mismo da-, de mirar hacia el frente con fiereza y dignidad, de no volver la vista atrás para no convertirnos en estatuas de sal. Es hora de luchar, de seguir, de levantarse una y hora vez hasta que los Ideales sean, al fin, palpables. Es hora de olvidar que somos humo.
Últimamente he pensado mucho en lo efímero de todo. En realidad, cada uno de nosotros se consume y se desvanece en pequeñas y desesperadas bocanadas de humo. Las relaciones humanas son frágiles porque siempre domina el egoísmo, la falta absoluta de empatía. La propia raza humana es débil, nuestra vida es un simple arco trazado en papel de seda. Acercad un mechero. De lo más hermoso, lo más vital... nos convertimos en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. La vida es efímera, no es de extrañar que sea tarea ardua y titánica encontrar a alguien; encontrarnos a nosotros mismos.
A pesar de este rápido viaje por la tierra en que consiste la vida, es importante mantener la entereza, los Ideales. Ignorar todo aquello que incurra en un daño a nuestra persona, dejar atrás esos enormes Errores que tratan de perseguirnos y hacer que nos consumamos entre sus garras, en definitiva, romper con lo anterior tantas veces como sea necesario para poder tejer un futuro en que sólo brille un sol, sin nubes, sin niebla que entorpezca nuestros pasos.
Es hora de ponerse la armadura, de que el acero nos haga más pesados que el humo, de anclar los pies en la tierra o en los sueños -lo mismo da-, de mirar hacia el frente con fiereza y dignidad, de no volver la vista atrás para no convertirnos en estatuas de sal. Es hora de luchar, de seguir, de levantarse una y hora vez hasta que los Ideales sean, al fin, palpables. Es hora de olvidar que somos humo.
1 comentarios:
Sería un viaje rápido sino fuese que es algo que durará por Siempre ^^.
No sólo los recuperaré, sino que luego no volverán a tambalearse jamás. Tienes mi palabra.
No más torturas, Epifanía Koiniana ^^.
Anclados al suelo y juntos de la mano. Volverán a brillar como Helios, incluso más porque caminamos por encima de ellos.
Te amo, valkiria.
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