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De casualidad

Adoro cuando, por diferentes circunstancias o errores en un código binario, termina en mis manos algo que desconozco y que resulta ser fabuloso, un descubrimiento increíble. Como la música de Canned Heat. Variopinta, alegre, psicodélica, dulce, graciosa, colorida, con movimiento. Me encanta. Gracias, fallos informáticos, por nutrir mis escasos conocimientos musicales con nuevas y geniales canciones.
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Psicodelia

No quiero abrir los ojos. Quiero que la fiesta se prolongue durante veinticuatro horas, los siete días de la semana, cada minuto. Quiero que esta nube me acompañe siempre y se mueva conmigo, que envuelva cada trocito de mi piel y se introduzca por cada poro, que el suave y dulce olor no se despegue de los pliegues de mi ropa.

Me tiendo suavemente en el asiento. Apoyo las manos en el regazo, las noto húmedas, pegajosas, suaves, extrañas. Las yemas de los dedos ya no me pertenecen. Las noto lejos, muy lejos. Comienzo a escuchar las notas musicales que brotan de algún aparato de madera. El vinilo gira y gira, lo escucho, noto los surcos como si la aguja los trazase en mi piel. Caen mis párpados. Muy suave, muy despacio, trazando espirales multicolor en mis pupilas, que se oscurecen por momentos. El mundo, alrededor, se asemeja a un teatro, un gran teatro con decorados de cartón y papel celofán. Todo avanza despacio y, por unos instantes, me siento capaz de detener el tiempo, de entretejerlo a mi antojo entre los dedos como una madeja de hilo dúctil, maleable, a la vez espeso y mojado. Ahora tengo un ovillo de tiempo en las manos. Con los ojos cerrados, noto cómo se va transformando en un ópalo tornasolado que crece sin cesar. Se vuelve una maraña inmensa que me aplasta bajo su peso.

Dejo que mi cuerpo caiga un poquito más hacia atrás. Mi cuello reposa contra el asiento. Noto mil arañas que suben por mis pantorrillas y me acarician con malicia las rodillas. Se posan en mis muslos con descaro y siento el impulso de acariciar fuerte mi piel para paliar el picor. Vuelvo a tener uñas. Me araño despacio, con parsimonia, recorriendo una y otra vez la misma línea enrojecida. De nuevo aparece el enorme ópalo, trazando líneas de color amarillo que se convierten en estelas de diminutas chispas azuladas. Van dejando su huella por el aire. Se acercan a la nube que me envuelve y, de repente, todo huele a melocotón. Abro la boca y con la primera aspiración todo parece tener el sabor de esa dulce fruta. Mi cuerpo se desplaza por su silueta redondeada, acaricio la piel de terciopelo, lanzo a la nada una sonrisa de placer.

Regresa el teatro. Se llena de marionetas y seres emplumados que emiten gemidos ininteligibles. Los oigo lejos, desvanecerse, evaporarse en la atmósfera plateada. La nube que me envuelve se vuelve más palpable, más dulce. Ahora tiene el dulce aroma de una mujer a la que conocí hace algunos meses. Abro los ojos. Mi nebulosa particular. Ahí sigue, no se ha ido, no se irá hasta que así lo desee.

Despacio, con pereza, con cansancio, desplazo mi cuerpo hasta erguirme y camino con serenidad. Un pie tras el otro, como siempre. Despacio. Sin prisas. La nube me sigue. Me acaricia el cuello y las curvas de los brazos. Cruzo el umbral de una puerta. Me voy.
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No nos hemos olvidado de Poe

Tras 60 años en lo que esto fue una costumbre y ya una tradición, Poe no ha recibido su coñac y sus rosas. El 19 de enero era el día de Poe. El día en que se conmemora su nacimiento, sus seguidores pululan por su tumba y alguien misterioso depositaba los mentados presentes sobre su epitafio. ¿Qué ha ocurrido este año? En Baltimore no hay regalos para el genio.

Las hipótesis, como era de esperar, son varias. Quizá el admirador esté enfermo, quizá haya tenido un contratiempo, quizá haya fallecido. Quién sabe. La tradición ha fallado este año, hace 201 del nacimiento del escritor. Algunos dicen que era el mejor momento para que Poe dejase de recibir sus presentes. Quizá piensen que Poe merece ser olvidado o que ya no está presente en la conciencia general. He de deciros algo. Poe fue uno de los más ilustres, geniales, demenciales y admirables de los autores de la literatura "moderna" (entrecomillo este término por razones obvias). A Poe no se le olvidará con facilidad, pues seguirá en mi memoria, en la vuestra, en la de las generaciones venideras. Los clásicos no se pierden en el tiempo, y Poe lo es desde hace ya mucho. Qué importa que no tenga ya rosas ni coñac. Poe sigue vivo.
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Owls I


Magpiefelts @ flickr
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Vodevil

Vodevil quiere un aplauso
lento, suave, extenuante, sincero;
porque incluso el melodrama
se siente solo
de vez en cuando.
Si el público no sonríe,
si el telón se atasca,
si las máscaras se llenan de polvo.
Vodevil llora
porque es tanto el esfuerzo
y las horas ensayadas,
tantos los surcos
de las lágrimas
en sus mejillas de acero,
¡Vodevil quiere cariño!
¡Recordad el melodrama!

Y dedicadle un aplauso
a esos ojos tornasolados,
ojos de hierba, de mar,
de ascuas ardientes,
de tizones encendidos,
de rosas púrpura y azul,
de vendettas y susurros.

Un aplauso
para las pestañas de coral
enmarcadas en perlas
que son agua, que son llanto.

Vodevil y sus palabras,
Vodevil y sus gestos.
Irrefrenables, sinceros,
ensayados, suculentos,
perfectos, sinuosos,
dulces, amargos,
curvos, grotescos,
Eternos.
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Nostalgia

Aún no he aprendido. Y sospecho que nunca aprenderé. Pero al menos ya sé algo valioso: es imposible desprenderme de las nostalgias porque es imposible desprenderse de la memoria. Es imposible desprenderse de lo que uno ha amado.

Todo eso irá siempre con uno. Uno siempre anhelará tanto rehacer lo bueno de la vida como olvidar y destruir la memoria de lo malo. Borrar las perversidades que hemos cometido, deshacer el recuerdo de las personas que nos han dañado, quitar las tristezas y las épocas de infelicidad.

Es totalmente humano, entonces, ser un nostálgico y la única solución es aprender a convivir con la nostalgia. Tal vez, para suerte nuestra, la nostalgia puede transformarse de algo depresivo y triste, en una pequeña chispa que nos dispare a lo nuevo, a entregarnos a otro amor, a otra ciudad, a otro tiempo, tal vez sea mejor o peor, no importa, pero será distinto. Y eso es lo que buscamos cada día: no desperdiciar en soledad nuestra vida, encontrar a alguien, entregarnos un poco, evitar la rutina, disfrutar nuestro pedazo de la fiesta.

Pedro Juan Gutiérrez - Trilogía sucia de la Habana
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Ella fue a nacer
en una fría sala de hospital
cuando vió la luz
su frente se quebró como el cristal
porque entre sus dedos a su padre
como un pez se le escurrió
hace un mes cumplió los veintiséis
solo pienso en ti

Hey, sólo pienso en ti
juntos de la mano, se les ve por el jardín
no puede haber nadie en este mundo tan feliz
sólo pienso en ti

Él nació de pie
le fueron a parir entre algodón
su padre pensó
que aquello era un castigo del señor
le buscó un lugar para olvidarlo
y siendo niño le internó
pronto cumplirá los treinta y tres
sólo pienso en ti

Hey, sólo pienso en ti
juntos de la mano, se les ve por el jardín
no puede haber nadie en este mundo tan feliz
sólo pienso en ti

En el comedor
les sientan separados a comer
si se miran bien
les corren mil hormigas por los pies
ella le regala alguna flor
y él le dibuja en un papel
algo parecido a un corazón
sólo pienso en ti

Hey, sólo pienso en ti
juntos de la mano, se les ve por el jardín
no puede haber nadie en este mundo tan feliz
sólo pienso en ti.

Cuando las cosas no van como uno espera

When I'm on the road playin' in a town without a name,
And I'm feelin' low an' everybody looks the same.
Well, you catch my eye, and then you come on strong an' try to make your play.
Just because we loved tonight, please don't you think it's gonna stay that way.

Don't you know that you're nothin' more than a one night stand.
Tomorrow I'll be on my way, an' you can catch me if you can.
Honey, take me by the hand and play that game again, yeah.

Seguro que Janis, cuando escribió esta canción, no esperaba enamorarse. Estoy convencida. Pero también lo estoy de que en algún momento de su vida y su carrera se enamoró. Quizá no duró para siempre, quizá fue una historia de las que no funcionan, quizá Janis no quiso arriesgarse. Pero seguro que pese a todo lo que cantaba con su desgarrada garganta... se enamoró perdidamente.

Y es que, en ocasiones, las cosas no salen como uno espera que lo hagan y, aunque por lo general esto pueda parecer muy negativo, a veces nos vemos gratamente sorprendidos. Y eso es lo que me ha ocurrido. He cumplido años desde que nací, como es obvio, una vez por año, todos los días 6 del primer mes. Y todos han sido apabullantemente desesperanzadores. Alguna vez, ya no digo todas y cada una de las ocasiones, hubiese agradecido que alguien se molestase en saber lo que quiero, lo que me gusta, lo que necesito. Nunca había ocurrido hasta este momento, hace exactamente tres días. Con el frío llegó una bonita cifra, 22, y con ella la esperanza de que este año las cosas fuesen radicalmente diferentes. Lo fueron. Y muy diferentes.

Recibí regalos. Hice cosas que jamás pensé hacer y me sorprendí con cada una de ellas. Me brotó una sonrisa desde el primer minuto del día y aún me dura. A mí, como a Janis, me sorprendió el amor cuando menos lo esperaba y, lo que es más, todo es tan grande, tan enormérrimo y fantafurontástico, que incluso esos días nefastos en que me hacía más adulta se han convertido en días de luces de colores, explosiones en el cielo, olor a salitre y manzanas dulces. Gracias.
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Voodoo Girl


Her skin is white cloth,
and she's all sewn apart
and she has many colored pins
sticking out of her heart.

She has many different zombies
who are deeply in her trance.
She even has a zombie
who was originally from France.

But she knows she has a curse on her,
a curse she cannot win.
For if someone gets
too close to her,

the pins stick farther in.

Voodoo Girl - Tim Burton

Porque fuimos adolescentes desgarrados hechos de telas frágiles, pero somos ahora nosotros quienes hacemos vudú y elegimos dónde se clavan las agujas. Por ti y por mí, 4/7, por los maravillosos adultos en quienes nos hemos convertido.