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Espantapájaros

Como muchos sabréis, tengo una extraña fijación con todo lo que tenga que ver con los espantapájaros. No he llegado a descubrir el por qué -menuda contradicción-, pero es un personaje que, insertado en una película o un escrito, me resulta absolutamente fascinante y cautivador. Y es que hay tantos espantapájaros en nuestra historia actual...

Hagamos un breve recorrido. A Tim Burton debe de ocurrirle algo parecido, porque en casi todas sus películas logra que aparezcan espantapájaros... pensemos en Pesadilla antes de Navidad, donde el propio Jack es casi un espantapájaros; o Sleepy Hollow y sus escalofriantes figuras con cabeza de calabaza, que tenían algún tipo de papel en el hilo conductor de la historia. Otro espantapájaros archifamoso es aquel adorable individuo cantarín de El mago de Oz, que ansiaba, ante todas las cosas, poseer un cerebro entre toda aquella paja (incongruente, a fin de cuentas, porque viendo lo visto todos seríamos más felices sin ningún tipo de materia gris). Este personaje, a mi juicio, es decisivo en el papel del espantapájaros en el cine (sí, estoy hablando de esto como si realmente fuese algo serio), todos lo recordamos, tanto como a los demás seres curiosos de esa obrita maestra del cine. Dorita, desde luego, se vio muy bien rodeada a pesar de que sus acompañantes carecieran de cosas supuestamente "esenciales". Y uno de mis espantapájaros favoritos es, sin lugar a dudas, aquel entrañable y misterioso individuo que sale en El castillo ambulante (grandísima película, por cierto). Aparece y desaparece a voluntad y cuando el espectador menos se lo espera, y llegado a un punto sólo te queda reconocer que es un personaje totalmente imprescindible. Sólo al final sabemos sus motivaciones: es un príncipe encantado que se ha enamorado locamente de Sophie, una muchacha a la que un embrujo ha transformado en una anciana. Parece ser que el espantapájaros es el único que, desde el principio, sabe captar y apreciar la verdadera naturaleza de Sophie.

Hace muchos meses me encontré por la red un cortometraje sobre, adivinad... ¡espantapájaros! Ayer volví a recordarlo y, por supuesto, tuve que buscarlo. La historia es tremendamente sencilla, pero a la par contundente; quizás algo kitsch, pero visualmente precioso y, sobre todo, con una fuerte carga emocional y moral. No sé si os gustará, pero al menos coincidiréis conmigo en que, a pesar de ser humanos, no somos tan diferentes de un montón de paja y tela. Aquí os dejo el enlace.
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Me ha llegado un paquete...

... Y cuando me llega un paquete a casa suele tener contenidos poco habituales, la verdad. Esta vez eran ojos. Dicho así suena francamente espantoso, pero los que me conozcáis enseguida haréis una analogía rápida. ¿Ojos? Humanos no, desde luego. ¿Entonces? Pues para las muñecas, claro. Antes tenían ojos, sí, pero en este mundillo hay una amplísima variedad de globos oculares: tamaño, calidad, aspecto, tacto; todo puede variar. Los que tenían hasta ahora eran acrílicos, es decir, plasticosos. Los hay de uretano, de silicona, de cristal... de este material son los que me han llegado, los "soplan" manualmente un grupo de artesanos alemanes que se hacen llamar Hand Glass Craft. Me perdonaréis la redundancia, pero los ojos me han salido por un ojo de la cara -como todo en el mundo del coleccionismo-, aunque los compré en una promoción de descuento del 40%. En cualquier caso, este es el aspecto que tienen:



Es una lástima no tener ninguna foto decente de los ojos. El detalle del iris es increíble, y los colores una pasada. El propio tacto del ojo es frío, suave... ¡y la parte de atrás corta como un demonio! Cuando les cambiaba los ojos a las muñecas me destrocé las yemas del índice y el pulgar, y es que es una tarea trabajosa colocar esos miniojos. Os dejo con una foto un poco siniestra de las cabezas (¡sin ojos y sin la "tapa de los sesos"!) que, estoy segura, le gustará al señor Vodevil:



Tendría que haber añadido algún diálogo curioso a la foto cabecil, lo sé. Tendría mucho más impacto. En otro momento os enseñaré el resultado final, lo bonitos que quedan en las fotos y la "vidilla" que les dan a las caras de mis resinosas.
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"Un paseo por Hollywood"



Ese es el nombre de una pequeña exposición de objetos pertenecientes al mundo del cine que se está exponiendo en el CMAE del Arbolón, en Avilés. Todo pertenece a una coleccionista privada -y seguramente algo chalada, y sin duda con un gran poder adquisitivo-, y entre sus posesiones se encuentran unos cuantos vestidos de Marilyn, el guante de Eduardo Manostijeras, una máscara de Legend... Esto es lo que me encontré esta mañana en el periódico de ayer, mientras desayunaba, y me he parado a pensar que seguro que me estoy perdiendo un montón de cosas por no leer los periódicos.
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"Interneteando"

Me paso unas cuantas horas al día al ordenador, y la mayor parte del tiempo visualizando contenidos inútiles o simplemente pasando el rato en algún foro, leyendo blogs, buscando fotos y demás. Os voy a dejar algunas webs que visito habitualmente y que resultan interesantes, curiosas o simplemente absurdas (¿y qué puede haber más divertido que lo absurdo, en realidad?):

- BMEzine, el nombre completo es body modification ezine, una especie de "diario" online con un archivo inmenso de tatuajes, piercings, escarificaciones y demás modificaciones corporales. Mantienen también una sección de noticias con eventos interesantes, incluso hay un diccionario en el que se explicitan los riesgos -generalmente ilustrados- de estas prácticas. Las galerías de fotos son lo mejor de la web, pero si os gustan estos temas merece la pena echarle un vistazo a todo.

- Crafster es un foro dedicado única y exclusivamente a las manualidades y la artesanía, es decir, a todo lo hecho a mano, desde joyería a libros pasando por figuritas de tela, muñecos, peluches e incluso jabones y cosméticos. El foro es absolutamente "inspiracional", lo frecuentan verdaderos artistas y, para alguien aficionado a las manualidades, es una verdadera maravilla. Hay algunos proyectos espectaculares, cuesta creer que sea todo fruto de un individual sin materiales especializados.

- Kawaii not o the webcomic for cute gone bad. Kawaii not nos ofrece periódicamente unas pequeñas tiras cómicas de dibujos simples, absolutamente minimalistas y "monos"; eso sí, como una alternativa a lo que es habitualmente "mono" (nada de Hello Kitty ni cachorritos de perro). Su colección de avatares animados es muy simpática, echad un ojo, seguro que os gusta (aún no he conocido a nadie que no se haya enamorado de esta web, en realidad).

- Blue Vertigo es una base de datos de páginas web que ofrecen recursos gratuitos para webmasters: imágenes, tutoriales, scripts, fuentes y demás. Muy práctico para los que nos gusta experimentar con la programación web.

- Morphthing o la mejor manera de perder el tiempo haciendo el idiota. La síntesis de esta web es sencillísima: subes una foto tuya, seleccionas la de un famoso de la lista (hay cientos) y te muestra cómo sería una mezcla de tu rostro y el del famoso en cuestión. Para ser sincera, salen cosas bastante curiosas, especialmente cuando te "mezclas" con Gollum o Chewaka. Como muestra, aquí tenéis una remezcla de mi cara y la de Sarah Jessica Parker (escogí a esta dama porque siempre, siempre me acaban comparando con ella, aunque yo le saque cabeza y media y muchos kilos y ella me saque a mí un montón de años y muchos dólares invertidos en zapatos). No sé lo que da más miedo, lo horrible que es la foto o que no se sepa bien si es la Parker o soy yo.

PD. No me puedo creer que haya escrito el post entero y no haya metido ni una sola foto. Algo falla.
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Algo bonito, al fin

Hoy pasan tres cosas en mi vida (sí, sólo tres, es triste; bien lo sé):
- Mucho sueño, cansancio y ojeras.
- Mala hostia generalizada (e intensificándose por momentos).
- Nada, una gran NADA que contar.
Así que prefiero dejaros con algunas imágenes de la última vez que salí a hacer fotos a las nenas.






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Sal y nubes.





Necesito ir ya a ver el mar, olerlo, escucharlo... sentirlo.

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Regina Spektor

Regina Spektor, es decir, la única voz femenina del panorama musical actual que me gusta, me convence, me conmueve y me "atrapa", por así decirlo. Y eso que no es para nada mi estilo, pero es tan dulce... En la wikipedia describen su música con los siguientes adjetivos: alternative, Indie rock, Rock, Anti-folk, Indie pop. ¿Anti folk? Está claro que vivo pasada de moda, ignoraba que hubiera un género musical que fuera en contra de otro. Os copio la letra de una de sus canciones, 20 years of snow:



He's a wounded animal
He lives in a matchbox
He's a wounded animal
And he's been coming around here

He's a dying breed
He's a dying breed

His daughter is twenty years of snow falling
She's twenty years of strangers looking into each other's eyes
She's twenty years of clean
She never truly hated anyone or anything

She's a dying breed
She's a dying breed

She says I'd prefer the moss
I'd prefer the mouth
A baby of the swamps
A baby of the south
I'm twenty years of clean
And I never truly hated anyone or anything
Twenty years of clean
Twenty years of clean

But I got to get me out of here
This place is full of dirty old men
And the navigators with their mappy maps
And moldy heads and pissing on sugarcubes

But I got to get me out of here
This place is full of dirty old men
And the navigators with their mappy maps
And moldy heads and pissing on sugarcubes

While you stare at your boots
And the words float out like holograms
And the words float out like holograms
And the words float out like holograms
They say, feel the waltz, feel the waltz
Come on, baby, baby, now feel the waltz
Feel the waltz, feel the waltz
Come on, baby, baby, now feel the waltz


Si tenéis la posibilidad, escuchad a Regina. OS garantizo que es distinta a todo lo que habéis escuchado hasta ahora.
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Publicidad: ¿qué vemos?

Me imagino que la inmensa mayoría de los que me leéis sois unos acérrimos "odiadores" de la publicidad en casi todas sus formas, muy especialmente la televisiva. Pienso lo mismo. Los anuncios son letales, angustiosos y en su mayoría desafortunados. Esta es una de las razones por las que no veo la tele, unido a que la programación suele ser verdadera basura. En cualquier caso, me estoy desviando del tema.

Cuando echo un ojo a una revista, a veces me gusta mirar los anuncios. Los hay verdaeramente bonitos, especialmente los relacionados con artículos de vestir, perfumes y cosméticos. Me remito a las bellísimas ninfas de la colonia de Lolita Lempicka, las coloristas y elegantes campañas de MAC, o el rostro de Liv Tyler para Givenchy. Esta es la clase de publicidad que me gusta observar y analizar, aunque no siempre los valores que transmite son los adecuados para una sociedad como la nuestra: belleza inalcanzable, poder ¿mediante el dinero?, juventud para siempre, ausencia de fealdad, de fallos y defectos. Sin embargo, precisamente por ser publicidad este tipo de cosas deberían quedar al margen. Yo no sé si las revistas me causan, de repente, unas ansias irrefrenables de comprarme un par de Jimmy Choos o de salir en busca de algún modelo guapísimo de Yves Saint Laurent. Sólo sé que me gusta ver, de vez en cuando, esta clase de anuncios.

En otro tipo de publicidad completamente distinta a este antinaturalismo inspirador (si Miguel Ángel levantase la cabeza...), tenemos al incendiario (adoro esta palabra, sí, la adoro) Terry Richardson, el que habitualmente se encarga de lograr que las campañas de la marca Sisley sean auténticas bombas de relojería. En mi ordenador guardo una carpeta entera con TODAS las fotos que ha hecho Terry. Y son todas geniales, a su manera. Sus móviles oscilan entre lo cómico y lo peligroso, lo erótico y lo desasosegante, lo prohibido y lo sensual. Os dejo algunos enlaces, os aseguro que merece la pena echar un ojo a estas campañas: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete. Mucho más original que Dior o Prada, ¿verdad? Terry es único en toda su esplendorosa perfidia.

Ahora quiero enseñaros unas fotos serias, verdaderamente serias, que no buscan el desconcierto como Terry, ni desde luego la belleza idealizada de otras campañas visualmente atractivas. Estas son fotos que nos llevarán a un nivel de pensamiento más elevado, a la reflexión; son las que muestra la parte oscura de la vida, aquella que muchos se niegan a ver y todos deberíamos reconocer. Como esta, que muestra una dramatización de los efectos del tabaco en el organismo. O esta, una de las más duras que he encontrado, una brutal campaña contra el sida... y otra contra el maltrato animal. Estremecedor. No hay duda. Todos conocemos ya aquel anuncio de Nolita con la muchacha anoréxica, y esta repugnante campaña francesa contra el sida y las enfermedades venéreas gana adeptos cada día.

Algunos se quejan de la dureza y el impacto de estas imágenes. Yo pienso que ha de ser así. Somos una sociedad embrutecida, insensible, que ya no se asombra al ver cadáveres en los telediarios e incluso se regocija ante la violencia, el maltrato, el crimen. Una campaña "descafeinada" no funcionaría: ha de ser contundente, rebelde, directa y fría, justo como estas que os acabo de enseñar. Quizá así lleguemos algún día a darnos cuenta que el mundo no está hecho de algodón de azúcar, que las drogas dejan de ser divertidas cuando ocurren accidentes, que el que consideramos perfecto es el que piensa cada mañana que debería suicidarse, que los imperios mediáticos nos engañan; que la belleza está en el ojo del que mira y no hay belleza si el que mira está ciego.
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Detallitos frikis

Esta tarde estuve de compras. Y, como siempre que estoy de compras, intento buscar algo que encaje un poquitín conmigo, algo que no me sienta extraña llevando... algo friki, si es posible. La verdad es que es complicado. Las tiendas que tenemos a mano y son asequibles para nuestros bolsillos de estudiante ofrecen unas cosas bastante estándar, de esas que te encuentras a montones cuando sales a la calle. El resultado es que vamos todos iguales, muy especialmente las chicas. Sin embargo, a veces sí que aparece algo friki, interesante, distinto. Tengo una camiseta de la peli del Mago de Oz, y me hubiera comprado todos los modelos si en ese momento hubiera tenido fondos. Esta misma tarde vi más camisetas de la misma peli. También solía llevar muchas camisetas de pesadilla antes de Navidad, y hace unos años me dio por las camisetas de grupos. A día de hoy, sigo buscando una de los Misfits, pero no tengo suerte, así que acabaré haciendo una plantilla y pintándola yo misma. Y esta tarde... bueno, pues aparecieron dos camisetas interesantes. De Alicia en el país de las maravillas, pero no con la imagen ñoña que le dio Disney, sino con una estética totalmente distinta. Aquí tenéis a mi Alicia y al gatito de Chesire:




Me encanta la pinta de putón anoréxico de Alicia y la cara malévola y perturbada del gato. Simplemente geniales :)
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Rorschach

Supongo que, a estas alturas, Watchmen ya será todo un fenómeno mediático, y lamentablemente más por la película que por el cómic. En cualquier caso, escribo convencida de que todos vosotros estáis familiarizados con el personaje de Rorschach. Sí, el de la gabardina mugrienta y la máscara cambiante. Coincidiréis conmigo en que Rorschach no encaja para nada con la estética habitual de los superhéroes más conocidos... nada de capas, ni músculos, ni perfiles griegos ni nada por el estilo. Y es que Rorschach, más que un superhéroe, es un tipo raro. Muy raro. Por eso me gusta tanto como personaje.

Rorschach es una verdadera caja de sorpresas. Si cogemos al arquetipo ideal de superhéroe (aquel que busca venganza, justicia, el bien) y lo polarizamos al mundo real... tenemos a Rorschach, y lo que obtenemos en realidad es a un auténtico chiflado. Ancomunista, antiliberal y, en mi humilde opinión, antitodo. El típico que se toma la justicia por su mano pero con una lógica absolutamente criminal. Esto me resulta totalmente fascinante, imagino que como a la mayoría. Rorschach es tan diferente de todo lo anterior, tan peculiar, tan monstruoso... y a la par es de alguna manera encantador, ¿quizá tierno? Rorschach lo es todo menos transparente, es imposible saber lo que quiere decirnos, lo que intenta transmitir. Lo que sí sabemos es que tiene agallas, desde luego que las tiene; pero... ¿hasta qué punto es alguien valiente y decidido si se oculta tras una máscara? ¿Por qué la máscara funciona como catalizador de un cambio de personalidad? ¿Por qué un rostro falso, sintético, no-real es capaz de decir más cosas que uno que podemos ver? ¿Por qué Rorschach es un gran misógino y, sin embargo, no puedo llegar a odiar su actitud?

Fácil. Porque todos somos Rorschach. Todos tenemos algo que ocultar. Todos tenemos un rostro en la intimidad y otro que mostrar al mundo. Porque todos tenemos algo a lo que odiar con estusiasmo. Y, sobre todo, porque todos, todos tenemos miedo.

PD. Como una posdata anecdótica, he de decir que en Watchmen algunos personajes tienen una carga psicológica bestial mientras que otros son mucho más "débiles", por decirlo de alguna forma. Fijémonos en el Comediante y Rorschach, tan distintos y tan semejantes, tan odiosos y admirables a su manera; o Manhattan, un completo portento de la humanidad... y vamos a compararlos con Espectro de Seda II (Laurie Juspeczyk) y Búho Nocturno II (Dan Dreiberg). Mucho más flojos, ¿no? En cualquier caso, termino ya con una recomendación: si os es posible, leed Watchmen. Aunque sólo sea para odiar un poco más a la humanidad.
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Sencillamente genial.



Porque estos reencuentros esporádicos son siempre estupendos. Todo un placer, señoritas :)
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Me gustan cosas extrañas.

Pues sí, me gustan cosas raras, como mujer y como persona. Bueno, no es tanto que las cosas sean raras como que de sus consecuencias se extraigan conclusiones bizarras. ¿Algún ejemplo? Claro, muchos.

Los tacones. Me encantan los zapatos de tacón, creo que son algo sumamente femenino, sugerente e incluso erótico -no es casualidad que haya tantas web "porno" únicamente con pies-. Además, le dan un toque elegante a casi cualquier tipo de ropa, y le sientan bien a todas y cada una de las mujeres de este mundo. Sin embargo... ¿qué viene después? Los dolores de espalda, el acortamiento de tendones del pie y posibles esguinces y demás leñazos derivados de caídas. Porque nadie es infalible en tacones, muy especialmente si hay alcohol de por medio.

El maquillaje. Para diario, desde luego, no es una constante. Soy física y mentalmente incapaz de levantarme a las 7 de la mañana y aplicarme algún producto en la cara. Simplemente... no puedo. Y sin embargo, adoro el maquillaje, me encanta pintarme siguiendo el refrán popular: "como una puerta". Sobre todo los ojos. Me gusta aplicar sombras de colores, fundirlas, hacer mezclas interesantes o curiosas, incluso arcoiris. Y en cambio... llegar un sábado de madrugada, desvestirse, meterse en la cama y reposar hasta muchas horas después no tiene precio. Y si vas maquillada, eso no funciona. Hay que dedicar al menos 15 minutos para deshacerse de toda esa mascarada. Y esos 15 minutitos son, creedme, cruciales. Cada segundo te duele como un puñal, y sólo quieres abrazar tu almohada y olvidarte de todo lo que has bebido.

Las pelis de miedo. Absurdo. Disfruto mucho teniendo miedo, creo que algo semejante nos ocurre a todos. Es una especie de catársis, y es incluso mejor que la risa. Muy efectivo, desde luego. Pero la parte mala es... que luego no puedo dormir. Simplemente no puedo, me acojono, pienso que me va a salir cualquier bicho raro de la cama. ¿Irracional? Por supuesto, porque tengo muchísimas más posibilidades de que me caiga un tiesto en la cabeza o me mate un asesino en serie que de que aparezca el payaso de Saw en la puerta de mi habitación.

Soy imbécil, lo reconozco. Qué le vamos a hacer. Seguro que muchos también tenéis este tipo de aficiones con consecuencias poco recomendable, pero seréis lo suficientemente inteligentes para no reconocerlo públicamente en la red. Yo aún no sé por qué he escrito todo esto, así que lo publicaré antes de arrepentirme. ¡Buenas tardes!
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Aston University

Después de muchos meses (desde enero que hicimos el examen, en realidad), al fin me han concedido la puta beca erasmus. ¿Destino? Birmingham. Una ciudad presumiblemente espantosa, industrial, enorme. ¿Lo bueno? Que me pasaré allí un cuatrimestre, que espero que me visitéis muchos, que desconectaré. Y que tendré muchas jornadas de shopping. ¿Lo malo? Pues aún no lo sé, eso creo que lo veré una vez allí. Imagino que al principio será raro estar en un país tan distinto, con tanta gente desconocida y un idioma extraño... aunque si tenemos en cuenta que ouedo hacer hablar hasta a las piedras, no creo que eso sea un obstáculo. Mañana a las 5:45 tengo la entrevista y el papeleo con el organizador de los destinos de Birmingham. ¿A alguien le apetece comer conmigo en Oviedo?
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Breve sábado ilustrado.

Hoy voy a cambiar de "estilo". Os voy a contar cómo pasamos un sábado en esta villa, pero no sólo con palabras, sino también con imágenes. Esperemos que salga como espero y tenga un puntillo humorístico. Entre mis compañeros de fotografía también están dos blogueros afiliados: Bea y Sube, al que llamaremos por su nombre de pila, Héctor. Aquí vamos.

[Para acceder a las fotos captamomentos, id pulsando los enlaces.]

Todo empieza en un bar, por supuesto. A diferencia de los sitios que solemos frecuentar, el Theo no es un sitio mugriento, ni desapacible, ni asqueroso. Está increíblemente limpio e incluso el mocho sabe mejor. Corre el alcohol, empiezan a ponerse reglas, si no me dejan reírme lo paso mal... ¡cuando no te dejan hacer algo, súbitamente te entran unas ganas incorregibles de hacerlo! Sube el nivel etílico y empiezan las exaltaciones a la amistad. Os dejo un ejemplo ilustrado de Bea y una servidora en pleno abrazo. Alguien se acerca con un móvil y nos saca otra: La cara de Bea es de resignación absoluta, la mía de aparente euforia. Y sigue la cosa, y llega más alcohol. Se me ocurre jugar al pollito, las instrucciones som simples:
1.- Tiras las monedas como si estuvieras jugando al duro de toda la vida.
2.- Cuando metes en el medio de los cuatro vasitos, empieza tu "pollito".
3.- Ejemplos de pollito: países de Asia, grupos musicales de los ochenta, alineaciones deportivas, cuadros de Velázquez, lo que sea.
4.- El jugador de la derecha ha de seguir la lista del tema del pollito.
5.- El que falla, bebe.
6.- Ejemplos ilustrativos. ¡Pollito! Monedas europeas anteriores al euro. La peseta. El florín. La libra. El yen. Mierda, eso no es europeo. Bebo.
Tras unas cuantas rondas, el tema degenera. De hecho, aquí vemos a Jairo y Jota en sus momentos de plenitud nocturna: no sé qué o a quién estará tocando Jairo, pero se le ve realmente contento. Casi en el mismo momento, yo miro a mi derecha y encuentro la riquísima cabeza de Jorge. El momento-foto es, cuando menos, curioso. Ante la chifladura de sus amigos, Bea, aún poco borracha, eleva sus ojos al cielo en un gesto de plegaria. Poco después nos vamos retirando del bar, es que nos hemos quedado solos y hace ya treinta minutos como poco que tenían que haber cerrado. No sin antes recibir una visita de mi hermano, por supuesto. De tal palo... ya sabéis. Hacemos un intento de meternos a bailar en el Manhattan, con desastrosos resultados (unos jeroles espectaculares, y mis morros, que de repente parecen llenos de bótox). Al rato nos vamos y nos espera una charla de portales en la que Héctor y yo hablábamos, me parece, de nuestros respectivos blogs. No salimos tan mal, no. Yo estaba poniéndome las gafas: nunca bailo con ellas desde que un día me salieron lanzadas contra una pared. A alguien se le ocurre ir hasta la Folixa. Mala idea. Creo que el bar había cerrado unas dos horas y media antes, pero no hay mal que por bien no venga: uso el temporizador y nos hacemos una fotilla. Ahí me tenéis, rodeada de las bestias pardas que son mis amigos. La última parada es la panadería, para reponer fuerzas y rebajar el alcohol. La conclusión a la que llegamos en la noche fue esta: no utilices zapatos y te metas donde puedas sufrir accidentes.

Espero que os haya gustado, al menos un poquito. Yo soy tan simple que cada vez que miro las fotos reviento de risa yo sola.
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¿Desnudándome?

Es muy rara la ocasión en la que yo muestro algún escrito de cosecha propia, pero hoy se hará una pequeña excepción. Quizá porque tengo resaca o porque ya no tengo mucha vergüenza (¿alguna vez la he tenido?), pero revisando tareas de la asignatura de redacción y composición me ha apetecido compartir esto con todos. Para que luego digan que las cosas de clase no pueden sacar lo mejor de uno mismo. En fin, aquí va un pequeño escrito. El nombre es "autorretrato", así lo exigían las instrucciones del ejercicio.

Así soy.
Verde en pupilas, lechosa en las manos y la tez,
Generosa en caderas, incorrecta de nariz,
Errónea de vista, helicóptero en el cabello,
Dulce en el mirar, abundante en sonrisas,
Grandiosa en la elocuencia, serena sólo al dormir,
Ebria de recuerdos intangibles, asaltante de camas,
Ladrona de abrazos, admiradora de las curvas,
Inspectora de cervezas varias, roja bajo el sol,
Blanca y negra, según el momento,
Atribulada por compañías muy ruidosas,
Desordenada, perseverante: en una palabra, terca.
Mordaz para los buenos, algo cruel para los malos,
Desfiante ante el horizonte, amante fiel del mar,
Bailarina a tiempo parcial –sólo si el vino ayuda-,
Gourmet de cualquier plato casero,
Visitante esporádica de cualquier museo,
Libélula en la hierba, presa de mis sentimientos,
Llorona sin remedio existente,
Emotiva hasta el fin, caliente y fría,
Invisible a veces, otras azul,
Poderosa, enérgica, mandona, servicial,
Una dama, un ladrido, una corchea, el mar.


Sólo me queda añadir que espero que comprendáis que, como escritora obligada, tengo millones de fallos, los tengo todos; sé que no soy buena y no voy a serlo nunca, lo sé. No nací para escribir, por suerte o desgracia. Sólo me apetecía compartir un pedacito de mí, no tengo intenciones críticas y espero que no seáis muy duros si decidís hacer juicios de valor.

¡Un saludo y feliz domingo empapado en alcohol!
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Peliculeando

Voy a escribir una entrada cinemato... lo que sea, y prometo ser breve. Sólo una reseña pequeñita de viernes noche de dos pelis que me encantan -y que, dicho sea de paso, son un tanto dispares, así que es muy probable que si una no os gusta, la otra sí lo haga-. En fin, aquí va.

Este muchacho maquillado que tenéis a vuestra izquierda es Frank N Furter, encarnado por el mismísimo y genial Tim Curry. Frank es un... bueno, un científico travestido que ha creado a un maromo rubio y musculoso, Rocky, con la mitad del cerebro de un motorista y acompañado por un hatajo de chiflados: Magenta, Riff Raff, Columbia... Una pareja -con una jovencísima Susan Sarandon en el papel de fémina en apuros- ha tenido la mala pata de llegar a su castillo y la noche que les espera no les dejará indiferentes, y tampoco al espectador. The Rocky Horror Picture Show ha cumplido más de 30 años como película, pero a mí sigue pareciéndome una obra maestra, y muy actual además. Podríamos decir que es un remake de todas las pelis de ciencia ficción anteriores, y que los personajes son extrañísimos. Cabe decir que es un musical, y yo adoro los musicales; es una historia divertida a ratos, otras veces bizarra y sin ningún sentido y con ciertas reflexiones interesantes. Os encantará, de verdad.

Y en un tono completamente distinto, tenemos Velvet Goldmine. Es una biografía alterada de las vidas de Iggy Pop y David Bowie, reflectadas sobre dos iconos musicales ficticios de los 70: Curt Wild y Brian Slade. Los actores son, respectivamente, Ewan McGregor y Jonathan Rhys Meyers, un dúo que consiguió enamorarme perdidamente. A esto le añadimos la breve pero crucial intervención de Christian Bale, que encarna al periodista y ex fan que revivirá la historia de los dos. La peli tiene mucha -y muy buena, a mi juicio- música, bastante sexo, algo de amor, algo de odio, una preciosa Toni Collette, un cameo de Placebo, una historia curiosa... en fin, una buena manera de pasar una tarde de domingo con resaca. Si os gusta la música, la música de verdad, el espectáculo... tenéis que ver Velvet Goldmine. Puede no ser la mejor película de la historia, pero al menos es especial.

En fin, lamento que mi capacidad de redacción sea nula a estas horas. Seguro que la wikipedia puede explicaros cosas sobre estas películas mejor de lo que yo he podido, pero al menos os dejo mi opinión y la idea de que os gustarán, seguro. Bueno, reconozco que no he sido breve, me enrollo como una persiana, qué le vamos a hacer. Os dejo un trocito de Rose tints my world, de la banda sonora de The Rocky Horror Picture Show:

It was great when it all began
I was a regular Frankie fan
But it was over when he had the plan
To start a-working on a muscle man
Now the only that gives me hope
Is my love for a certain dope
Rose tints my world keeps me safe from my trouble and pain.
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Un campus peculiar



Creo que esa imagen ilustra bastante bien lo que os voy a contar sobre el campus donde me ha tocado estudiar, el Milán, posiblemente la zona universitaria más bonita de Oviedo: edificios monumentales, una fuentecita donde varios chiflados se han asociado para tocar la guitarra, mujeres, árboles, más mujeres, perros y pintadas. ¿Qué podemos deducir de esto? Que es una zona visualmente agradable -y no tanto por el emplazamiento como por el hecho de que el 80% de los estudiantes sean bellas damas- y que es cuna y hogar de verdaderos tarados. Aunque, a fin de cuentas, todos tenemos un punto de locura. Si no, sería difícil sobrevivir en en Milán.

Esta pintada de Vertedero Ideológico "El Milán" (III) me ha resultado curiosa. Sobre todo por ese intrigante III. ¿Que somos un vertedero de ideologías? Por supuesto. ¿Que todas nuestras ideologías son carne de vertedero? No lo creo. No todas, al menos. ¿Y ese III? Qué intriga. No sé si se refiere a que somos el tercer vertedero ideológico, o a que somos el tercer campus con ese nombre, o simplemente que es la tercera vez que intentan dejar esa pintada. O quizá es una firma, un pseudónimo. III. Puede que, en realidad, no signifique nada.

Siento mucha curiosidad por la identidad de los autores de esas pintaditas. No por nada, no es que yo esté a favor de engorrinar un edificio ni mucho menos. Es sólo que todas las personas que he conocido en este campus han tenido algo interesante, algo especial: quizá no siempre para bien, hay individuos a los que he deseado matar con mis propias manos, otros me han resultado encantadores, otros indiferentes, pero todos... distintos. Será el ambiente del Milán, me imagino. No es coincidencia que seamos un "vertedero ideológico" (III). Tenemos monjas, cientos de erasmus de melenas rubias, profesores que olvidan sus exámenes, comunistas, carlistas y gilipollas. Aquí cada uno tiene sus ideas y su modo de vida, y es interesante saber cosas al respecto, hablar, dialogar, conocerse. Como ayer, por ejemplo. A las 12:10 una parte de clase nos fuimos a cervecear a la cafetería de la facultad (que no es demasiado mugrienta ni demasiado agradable, pero sí barata, y también un lugar donde siempre hay alguien con quien hablar) tras un intenso debate acerca del aborto. La conversación fue grata, como casi siempre: pestes contra la iglesia, contra el gobierno, contra nosotros mismos; un giro total en la conversación y ahora estamos hablando de Nostradamus. Que se nos acaba el mundo, joder. Y no parece darnos pena, porque enseguida nos ponemos con los mayas, los incas y los egipcios, que poco tiene que ver entre sí pero que a nosotros nos dan mucho juego. Si es que eran más listos que nosotros, hombre. Está claro. Se acaban las cervezas, hay migas en la mesa, alguien me tira una bolita de papel. Si es que este vertedero ideológico va a resultar ser un sitio bastante agradable.

Y es que aquí siempre hay alo que hacer. Si la cafetería te cansa, en el aulario A tenemos de todo. Talleres de grabados, eventos comunistoides, paneles con dibujos, exposiciones, orlas, techos que gotean sobre nuestras cabezas. Hasta un fanzine casero, Patita de Fauno, sobre el que mi amigo Félix ha hablado ya en esta entrada. En el edificio departamental también hacen cosas raras, como llenar las escaleras de cinta de carrocero o tirar un ordenador en el pasillo. Recuerdo que hubo un cúmulo de papeleras en forma de "obra de arte", pero no, fue un engaño: es que había goteras, algo había que hacer. Y después tenemos cuerdas de tender la ropa entre árbol y árbol... con libros, porque es lo más lógico. Libros en el Milán, colgando de los árboles. Me encanta este campus.
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La ternura del suprahombre

Os dejo un extracto del cómic de Watchmen, posiblemente uno de mis favoritos. El doctor Manhattan está teniendo una charla con Laurie en Marte, y esto es lo que le dice:

- Los milagros termodinámicos... son unos sucesos con unas posibilidades tan remotas de que lleguen a producirse que prácticamente resulta imposible que acaben dándose. Por ejemplo: que el oxígeno se transforme de manera espontánea en oro. Tengo muchas ganas de ver algo así. Y aún así, en cada apareamiento humano, mil millones de espermatozoides compiten para llegar a un sólo óvulo. Multiplica esas posibilidades por las innumerables generaciones que ha habido de seres humanos, por las posibilidades de que tus antepasados vivieran, se conocieran, engendraran a ese hijo en concreto, a esa hija exactamente... Hasta llegar a tu madre, que se enamora de un hombre al que tiene todas las razones del mundo para odiar y de esa unión, de los miles de millones de niños que compiten para lograr fecundar el óvulo, fuiste tú, sólo tú, la que surgió. Destilar una forma tan específica a partir de tal caos de improbabilidades resulta tan difícil como que el aire se transforme en oro... el cénit de lo imposible. Un milagro termodinámico.

- Pero... si yo, mi concepción, es un milagro termodinámico... ¡se podría decir eso mismo de cualquier persona del mundo!

- Sí. De cualquier persona del mundo. Pero el planeta está tan lleno de gente, tan repleto de milagros, que acabamos considerándolos algo normal y olvidamos lo que son... yo lo olvidé. Contemplamos la tierra día tras día hasta que acaba convirtiéndose en un lugar al que consideramos monótono. Pero visto desde otro punto de vista, como si fuera algo nuevo, aún es capaz de asombrarnos. Ven... seca tus lágrimas, porque eres vida, algo más excepcional que un quark y más impredecible de lo que Heisenberg soñó jamás: la arcilla en la que las fuerzas que dan forma a todas las cosas dejan sus huellas de un modo más claro. Seca tus lágrimas... y volvamos a casa.


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He de decir que esta perorata que suelta Manhattan es, con seguridad, una de las cosas más tiernas que he leído en mi vida. Será que tengo un día especialmente emocional -que lo tengo, de hecho- o que soy de lágrima fácil, el caso es que me siento profundamente conmovida. La primera vez que leí el cómic me pareció una simple charla de alguien que sabe demasiado, y poco a poco, en sucesivas lecturas, fue pareciéndose más y más a una declaración de amor. Y es que, ¿a quién no le gustaría sentirse así de querida en un planeta diferente, en una compañía tan dispar y después de haberse enterado de horribles dramas familiares? Ya veis, Watchmen es toda una telenovela.
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Orgasmos - esos grandes (des)conocidos

¡Oh, sí! Me encantan estos temas pseudoescabrosos que ponen nerviosos o tensos a algunos. ¿Qué os parece si hoy, en lugar de divagar sobre música o demás obsesiones de una veintiunañera, hablamos sobre el orgasmo? Con esto no quiero decir que los orgasmos no me obsesionen...

Bien, estoy siendo un tanto ambigua con lo que digo. ¿Puede haber algo mejor tras un larguísimo día de trabajo que un orgasmo? ¿Existe una mejor recompensa? ¿Hay algo que nos intrigue, nos colapse, nos desvele, nos excite, nos desgarre y nos apasione... tanto como un orgasmo? Creo que no. Y, sin embargo, "el orgasmo" es un amigo al que miramos desde lejos, y muy especialmente el sector femenino. Es lamentable, pero así es. Las estadísticas -aunque posiblemente sean inventadas- dicen que aún hay muchas mujeres que no han logrado conocer su propio orgasmo, ni solas ni acompañadas. Parece ser que sólo un 30% de las damas llegamos al orgasmo mediante la penetración, coito o como os guste denominar al acto sexual. Y, por otra parte... se dice que 4 de cada 10 mujeres somos multiorgásmicas. Alguien nos miente, seguro. Es poco probable que, de las pocas privilegiadas que quedamos, casi a la mitad nos pasen "cosas bonitas" tan seguidas. Los informes también rezan que uno puede aprender a ser multiorgásmico... ¿y cómo lo va a aprender una chica que aún no ha tenido el placer de saludar y hacerse amiga de su orgasmo? ¡Ja! Alguien nos miente, seguro. Las estadísticas... o nosotras mismas. No me es posible creer que algo tan simple, tan sencillo, tan asequible, tan normal, siga siendo un simple mito, una audacia de unas pocas privilegiadas. No. Si ellos pueden, y con un simple movimiento de mano... ¿por qué no nosotras? ¡Por favor, señoritas! ¡Un pequeño esfuerzo!

Recuerdo la película de Nick & Norah's infinite playlist. Una noñez donde las haya, por supuesto. Os reproduzco de manera resumida un diálogo entre dos muchachas:
- Por ahí se dice que nunca has tenido un orgasmo.
- Habré tenido millones. Además... bueno, nunca se sabe, ¿no? ¿Cuándo estar segura?
- {Interviene un chico hippy que la estaba escuchando} Oh, sí. Lo sabes.
Blanco y en botella. No me creo a aquellas que dicen que "no sé", "no sabría distinguirlo", "ejem ejem". Un orgasmo es un orgasmo, se distingue con facilidad de una tos, de un estornudo, de beber zumo... un poco de seriedad. Si nosotras mismas no nos tomamos en serio algo tan importante como "el orgasmo", nadie lo hará. Y, desde luego, dudo que el género masculino esté dispuesto a ejercer de profesor gratuito e incondicional para ayudarnos en la búsqueda eterna del orgasmo.

Bien, después de esta larga y absurda disertación, sólo me queda celebrar mis orgasmos y los vuestros, y desearos que, a pesar de las estadísticas, luchéis cada día por vuestro orgasmo perfecto. Porque lo merecemos todos.
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¡Moribunda!

Veamos. Hagamos un resumen de lo que ha sido mi lunes hasta este momento, es decir, las 16:18 de la tarde.

- Madrugón obligado {6 am} por unos indecentes vecinos que deciden clavarse los tacones al pie para no prescindir de ellos ni cuando todo está tranquilo y silencioso y que, además, gustan de arrastrar sus sillas por toda la casa, para regocijo de sus compañeros de edificio. Nada sorprendente: llevan 8 años igual. Es lo que tiene la gente que aún no se ha civilizado. Pronto harán hogueras con sus puertas.

- 10 minutos esperando al bus. Por un despiste poco oportuno, me paso de parada y me deja en la punta opuesta de Oviedo. Carrera acelerada hacia la facultad. 10 minutos después he atravesado la ciudad y llego a tiempo de firmar en la hoja de faltas de Historia del Español. Una hora después, tras hacer un recorrido sobre los cambios en fricativas sordas y sonoras en una península del siglo XV, sigo sin enterarme de nada. Eso sí, estoy sudando como si hubiera corrido una maratón. Genial. Una maravilla para alguien cuyo máximo esfuerzo físico es el levantamiento de vaso de cerveza.

- Desayuno y café con compañeros de clase. Media hora -como mínimo- de conversaciones escabrosas y deplorables: borracheras, vómitos y demás. Qué encantador.

En fin, ¿para qué seguir? No es mi idea de empezar un lunes, como habréis comprendido. Creo que me hace falta una dosis letal de alguna buena banda sonora que ronde por el iPod. Ya veré.

Añado una posdata innecesaria, pero curiosa: no, hoy no llevaba tacones. Imaginadme con unos diez centímetros no naturales más, bajando por Uría, atisbando escaparates de Sex Shops mientras me goteaba el sudor por la nariz... en fin.
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Los Misfits - o cómo sentir muchas cosas en muy poco tiempo.

Los Misfits. Sí, aquel grupo mítico que nació en los setenta. Para los rezagados, aquí hay algo de información básica.

Últimamente he estado escuchando a los Misfits. Y cuando digo "últimamente", quiero decir a todas horas. Yo soy el tipo de mujer que va siempre pegada a su iPod, ninguna madre ha querido nunca a su hijo de la forma en que yo quiero a mi pequeño reproductor. Pues los Misfits siempre están en la pantalla y en mis oídos. Ahora suena Devil Doll. Un título curioso.

¿Y a qué viene el nombre de esta entrada? Bueno, los Misfits son esa clase de grupo que me ha sentir cosas muy distintas, sensaciones confrontadas del todo, absolutamente diversas e incompatibles. Lo primero en lo que me hacen pensar es en las pelis gore, de serie B, de hace cuarenta años. Una misma canción puede tener en mí, según el día, un efecto decididamente catártico o, por el contrario, ser un catalizador a la euforia. Y en cuanto a las letras... a veces no sé qué pensar. En ocasiones no comprendo su sentido, su propósito, aunque en otros momentos está perfectamente claro. Los momentos que más me inspiran son las mañanas, muy temprano, cuando me toca subirme en el autobús que me lleva, como el día anterior, a Oviedo. Esas horas maravillosas en las que aún estoy adormecida pero empiezo a tomar conciencia del por qué de cada momento... son unas horas estupendas. Para algunos será una tortura. Para mí sólo es tortura tener que soportar los gritos de los viajeros del bus. Pero para eso, I put my headphones on for this world that I ignore. La mujer del iPod. Y de los Misfits.

Y enconces suena el Monster Mash, y me entra risa, no puedo evitar imaginarme una sala a rebosar de gente bailando este ritmo tan simpático. También están Scream y Die, die my darling, posiblemente las más conocidas, y a su manera geniales. Creo que Die, die my darling fue la primera que escuché. Como en mi vida no existe el término medio, al día siguiente ya tenía en mi poder la discografía entera. Dejando a un lado las canciones arquetipo, tenemos Helena. Muy poderosa, sin duda. Y también muy confusa. Posiblemente sea la letra que más me confunde y me provoca sensaciones contradictorias:

If I cut off your arms and cut off your legs
Would you still love me anyway?
If you're bound and you're gagged, draped and displayed
Would you still love me anyway?


Lo primero que me sugiere es maltrato, pensar en maltrato me hace pensar en Placebo (otro grupo recurrente, a decir verdad), y de Placebo pienso en Ulises, en Ítaca, en Circe, en Helena y de nuevo en los Misfits. Es la vuelta a los orígenes. Genial, en realidad. Scarecrow man y Pumpkin head son dos pistas interesantes, pero aún más lo es Hunting Humans. Aquí retrocedemos a un pasado en el que ni siquiera estábamos presentes ni habíamos sido gestados, pero del que nos han llegado reminiscencias, al fin y al cabo. ¿Qué me hace pensar a mí? Gore. Zombis. Sangre falsa. Gritos. Jovencitas en minifalda. Cadáveres. Cerebros.

The touch of Death is all around us
A thousand corpses block our way
A man-made germ makes almost everyone-
commit suicide
Just to rise and eat their dead
Night of the Living Dead


Y sin embargo, ninguna otra canción de los Misfits me conmueve tanto como Saturday Night. Se rompe, de alguna manera, con todo lo anterior. Los Misfits, hablando de algo que podría ser ¿amor? Todo ello en un contexto, claro está, de violencia y masacres. Sin embargo, esta canción me transmite una ternura profundísima y, muy especialmente, arrepentimiento. Lo que la letra me hace pensar es que quien narra la historia acaba con la vida de su chica para darse después cuenta de que la ama. ¿Típico? Por supuesto. Pero no en los Misfits. Maravilloso, adorable y tétrico a su manera.

Esto es lo que ocurre con los Misfits. Que me divierten, me hacen pensar, me conmueven, me excitan, me sorprenden, me hacen querer más. Cambian cada día en mis oídos. Mi iPod ya no volverá a ser lo mismo.

PD. Como una postdata curiosa, os diré que me quedo con Doyle en lugar de Danzig, al menos en cuanto a vocalista. Todos sabemos que Danzig es una de esas grandes voces de todos los tiempos y que, en realidad, es tremendo. Dejando a un lado lo que, como mujer, pienso de Danzig (no lo negaré, me arrastraría entre cristales si me prometieran dos horas a solas con él), Doyle es mucho más dulce con las letras. Mima más la música que acompaña su voz. Quizá Danzig es un genio por no hacerlo, por ser áspero y rudo. Que nadie me crucifique, pero Doyle es mi Doyle. Dejo un pequeño regalo visual de todo el esplendor de la juventud de Danzig. Espero que vuestros instintos sexuales se desperecen como los míos:



Gracias por haberos tragado este tostón, si es que lo habéis hecho, y un caramelo para quien se lo haya leído entero. Sé lo pesada que soy, lo sé. Es que a veces, sólo a veces, tengo verdaderas ganas de escribir en el blog.