Nostalgia

Aún no he aprendido. Y sospecho que nunca aprenderé. Pero al menos ya sé algo valioso: es imposible desprenderme de las nostalgias porque es imposible desprenderse de la memoria. Es imposible desprenderse de lo que uno ha amado.

Todo eso irá siempre con uno. Uno siempre anhelará tanto rehacer lo bueno de la vida como olvidar y destruir la memoria de lo malo. Borrar las perversidades que hemos cometido, deshacer el recuerdo de las personas que nos han dañado, quitar las tristezas y las épocas de infelicidad.

Es totalmente humano, entonces, ser un nostálgico y la única solución es aprender a convivir con la nostalgia. Tal vez, para suerte nuestra, la nostalgia puede transformarse de algo depresivo y triste, en una pequeña chispa que nos dispare a lo nuevo, a entregarnos a otro amor, a otra ciudad, a otro tiempo, tal vez sea mejor o peor, no importa, pero será distinto. Y eso es lo que buscamos cada día: no desperdiciar en soledad nuestra vida, encontrar a alguien, entregarnos un poco, evitar la rutina, disfrutar nuestro pedazo de la fiesta.

Pedro Juan Gutiérrez - Trilogía sucia de la Habana

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El aprendizaje es constante y por tanto Eterno, como Nosotros que Siempre estamos aprendiendo.

No es negar una parte de uno si no que al igual que dejas cosas en el trastero y no vuelves a usarlas y con el tiempo se enmohecen y te olvidas de ellas, lo mismo ocurrirá con las cosas malas.

Respecto a las cosas buenas sólo las recordarás para alegrarte aunque hay que tener en cuenta que Nosotros Siempre creamos cosas buenas a cada día y a la par, Siempre recordamos las cosas buenas y geniales que van quedando atrás dándonos ese fascinante trasfondo que es Nuestra Vida.

pocharados_007 dijo...

Me encanta, años después vuelvo para leerlo una vez mas. Volverás¿?

Publicar un comentario