La ternura del suprahombre

Os dejo un extracto del cómic de Watchmen, posiblemente uno de mis favoritos. El doctor Manhattan está teniendo una charla con Laurie en Marte, y esto es lo que le dice:

- Los milagros termodinámicos... son unos sucesos con unas posibilidades tan remotas de que lleguen a producirse que prácticamente resulta imposible que acaben dándose. Por ejemplo: que el oxígeno se transforme de manera espontánea en oro. Tengo muchas ganas de ver algo así. Y aún así, en cada apareamiento humano, mil millones de espermatozoides compiten para llegar a un sólo óvulo. Multiplica esas posibilidades por las innumerables generaciones que ha habido de seres humanos, por las posibilidades de que tus antepasados vivieran, se conocieran, engendraran a ese hijo en concreto, a esa hija exactamente... Hasta llegar a tu madre, que se enamora de un hombre al que tiene todas las razones del mundo para odiar y de esa unión, de los miles de millones de niños que compiten para lograr fecundar el óvulo, fuiste tú, sólo tú, la que surgió. Destilar una forma tan específica a partir de tal caos de improbabilidades resulta tan difícil como que el aire se transforme en oro... el cénit de lo imposible. Un milagro termodinámico.

- Pero... si yo, mi concepción, es un milagro termodinámico... ¡se podría decir eso mismo de cualquier persona del mundo!

- Sí. De cualquier persona del mundo. Pero el planeta está tan lleno de gente, tan repleto de milagros, que acabamos considerándolos algo normal y olvidamos lo que son... yo lo olvidé. Contemplamos la tierra día tras día hasta que acaba convirtiéndose en un lugar al que consideramos monótono. Pero visto desde otro punto de vista, como si fuera algo nuevo, aún es capaz de asombrarnos. Ven... seca tus lágrimas, porque eres vida, algo más excepcional que un quark y más impredecible de lo que Heisenberg soñó jamás: la arcilla en la que las fuerzas que dan forma a todas las cosas dejan sus huellas de un modo más claro. Seca tus lágrimas... y volvamos a casa.


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He de decir que esta perorata que suelta Manhattan es, con seguridad, una de las cosas más tiernas que he leído en mi vida. Será que tengo un día especialmente emocional -que lo tengo, de hecho- o que soy de lágrima fácil, el caso es que me siento profundamente conmovida. La primera vez que leí el cómic me pareció una simple charla de alguien que sabe demasiado, y poco a poco, en sucesivas lecturas, fue pareciéndose más y más a una declaración de amor. Y es que, ¿a quién no le gustaría sentirse así de querida en un planeta diferente, en una compañía tan dispar y después de haberse enterado de horribles dramas familiares? Ya veis, Watchmen es toda una telenovela.

1 comentarios:

Lauryna dijo...

Me encanta ee personaje^^
Tengo ganas de leerme el comic...pero con el poco tiempo que tengo ultimamente:(

Un besito

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