Poco después de habernos conocido, la persona a la que amo me dijo que tenía "una extraña obsesión con los ojos verdes". Supongo, entonces, que es una suerte que los míos tengan ese color, entremezclado con pequeñas vetas grises y azuladas. Ojos verdes. Como el título de la obra del maestro Bécquer. Tengo entendido que, desde un punto de vista genético, el verde no es más que una mutación, una combinación incompleta o irregular entre el azul y el pardo. A mí me gusta. No tengo problema en reconocer que hay algo en mí de mutante -y posiblemente no sean sólo los ojos-.
Para aquellos a quienes os guste Black Sabbath, seguramente recordaréis esos mystifying eyes a los que Ozzy dedicaba sus versos. Si tuviera que utilizar una imagen para describir ese mystifying, sería la que tenéis encima de este texto. Quizá Bécquer no se enamoraría de ellos, pero conozco a alguien que sí lo ha hecho. Mis ojos. Verdes. Mystifying.
Para aquellos a quienes os guste Black Sabbath, seguramente recordaréis esos mystifying eyes a los que Ozzy dedicaba sus versos. Si tuviera que utilizar una imagen para describir ese mystifying, sería la que tenéis encima de este texto. Quizá Bécquer no se enamoraría de ellos, pero conozco a alguien que sí lo ha hecho. Mis ojos. Verdes. Mystifying.
2 comentarios:
Qué colorida estás últimamente, jeje.
Mmm, con esos ojos, te pega la canción ojos de gata de los secretos. ("...sólo canto si tú me demuestras que es verde la luz de tus ojos de gata...")
Tricia, hermosa mujer, he de proponerte una cosilla pásate por el mesenger un año destos :P
Simplemente preciosos, no es de extrañar que encandiles a tu loveman^^
Publicar un comentario