Derrota

Gente sin perspectiva, con un horizonte demasiado corto. Y riéndose de todo. ¿De qué se ríen? De todo. Nadie anda triste o quiere el suicidio o se aterra porque piensa que los escombros pueden precipitarse abajo y enterrarlos en vida. No. Todo lo contrario. En medio de la debacle la gente ríe, sobrevive, intenta pasarlo lo mejor posible y agudiza sus sentidos y su olfato, como hacen los animales más débiles y diminutos, que aprenden a concentrar energía y desarrollan diversas habilidades porque saben que nunca serán grandes, fuertes y vencedores. Ya que nacieron en las ruinas, se trata entonces de jamás abandonar o permitir que los golpeen tanto que al fin tengan que tirar la toalla y levantar los brazos. Todo es posible, todo es válido, menos la derrota.

Pedro Juan Gutiérrez - Trilogía sucia de La Habana

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese libro puede que me interese leerle,me han gustado algunas perlas que suelta el autor "Eso es lo que yo quiero: aprender a reirme a carcajadas de mí mismo. Siempre, aunque me corten los huevos".

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