Tiempo, locura y té


Mad Hatter: Would you like a little more tea?
Alice: Well, I haven't had any yet, so I can't very well take more.
March Hare: Ah, you mean you can't very well take less.
Mad Hatter: Yes. You can always take more than nothing.





Si habéis leído Alicia en el País de las Maravillas o, en su defecto, visto la versión de Disney -bastante interesante, aunque se salte a la torera demasiados pasajes del libro-, entenderéis ese título tan extraño de tiempo, locura y té.

Tiempo (Del lat. tempus). 1. m. Duración de las cosas sujetas a mudanza. 2. m. Magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro. Su unidad en el Sistema Internacional es el segundo. 3. m. Parte de esta secuencia. 4. m. Época durante la cual vive alguien o sucede algo.

El tiempo, la hora, ¿qué hora es? En Alicia el tiempo tiene mucha relevancia, quizá demasiada, y se pone de manifiesto desde un principio, cuando el conejo blanco no puedo siquiera detenerse a saludar porque ya va con demasiado retraso -luego sentiremos cierta empatía con el pequeño y peludo mamífero: su encuentro es con la temible Reina de Corazones-. El tiempo se revierte por momentos en un ciclo infinito y desconcertante: recordemos esa carrera para secarse al lado del mar del Dodo y su peculiar tropa acuática. Alicia es la única que llega a tiempo. A tiempo para despertarse cuando está a punto de ser linchada. A la hora perfecta para merendar y salir de este mundo extraño y asombroso.

Locura (De loco). 1. f. Privación del juicio o del uso de la razón. 2. f. Acción inconsiderada o gran desacierto. 3. f. Acción que, por su carácter anómalo, causa sorpresa. 4. f. Exaltación del ánimo o de los ánimos, producida por algún afecto u otro incentivo.

La segunda y la tercera acepción son, sencillamente, fabulosas. Y, con respecto a Alicia y sus personajes, las más aplicables. Muy concretamente si hablamos del Sombrerero Loco y la Liebre. Todos los recordamos: son dos extravagantes individuos que celebran su fiesta de no-cumpleaños entre cientos de teteras danzantes, acompañados de un simpático lironcito. Ambos plantean un concepto un tanto ambiguo de locura: siendo ellos los menos, en apariencia, cuerdos, juzgan incluso a la pequeña Alicia y al conejo en su breve encuentro. El famoso reloj que hacía tic tac al compás de los pasos del conejo se ve aplastado por un intencionadísimo mazazo de la Liebre, a la voz de ¡a los locos hay que tratarlos con cariño! A la vista está. Con todo el cariño de un golpe enorme. Así se lo merecía ese punzante amasijo de manillas y ruedas que sólo controlaba de forma grotesca la vida del conejo. Tras esta escena, mi concepción de la locura y la normalidad nunca volvió a ser la misma, y de nuevo reflexiono sobre ello cada vez que Alicia se cruza en mi camino. Quizá los demás son los locos y nosotros... no, en realidad nosotros somos demasiado normales.

(Del chino dialect. de Amoy te). 1. m. Arbusto del Extremo Oriente, de la familia de las Teáceas, que crece hasta cuatro metros de altura, con las hojas perennes, alternas, elípticas, puntiagudas, dentadas y coriáceas, de seis a ocho centímetros de largo y tres de ancho. Tiene flores blancas, axilares y con pedúnculo, y fruto capsular, globoso, con tres semillas negruzcas. 2. m. Hoja de este arbusto, seca, arrollada y tostada ligeramente. 3. m. Infusión de las hojas de este arbusto.

El té. Esa ceremonia tan extendida por todas partes del mundo, muy especialmente en este frío país en el que ahora me encuentro. El té es ya un ritual, una forma de paralizar el transcurso natural de los días -de nuevo, una alteración temporal- para dedicarse por completo a esta pequeña y deliciosa tarea. Y es que el té, en realidad, es un buen compañero. Tenemos tantas variedades que es improbable que no encontremos una que nos agrade; además, proporciona ciertos beneficios a la salud corporal. La Liebre y el Sombrerero Loco lo sabían: quizá por eso ingeniaron esa artimaña de ofrecer té a sus invitados y nunca llegar a dárselo. La gente educada, dicen, toma té. Es un ritual refinado y elegante. O debería serlo. Con Alicia se nos rompen los esquemas, y los más variopintos personajes se ven envueltos en una trama de teteras que hacen ruidos raros, lirones en tarros de mermelada, relojes chiflados, liebres y una niña curiosa que ha de volver a casa.

¿Qué conclusiones podemos sacar de todo esto? Creo que ninguna. Alicia en el País de las Maravillas es, sencillamente, un delirio demasiado genial como para perdérselo. Y no sólo es una simple historia contada para niños, no: al igual que muchos libros que fueron escritos para un público infantil, lo disfrutamos enormemente los adultos. Y no sólo por toda esta desbordante genialidad: Alicia contiene demasiadas reflexiones, demasiados puntos interesantes que han de ser considerados y desarrollados, demasiadas ideas, demasiadas críticas a la sociedad.

No os perdáis Alicia en el País de las Maravillas, por favor. Merece la pena.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantan las definiciones!!! :P

"Twinkle, twinkle, little bat!
How I wonder what you're at!"

"Up above the world you fly,
Like a tea-tray in the sky.
Twinkle, twinkle - "

by Lironcito

El tiempo nunca será el mismo ^^. No desde que nosotros lo creamos hace tiempo. Además tenemos nuestra herramienta, el Psychedelic Time Warp para movernos por el "tiempo" de los demás^^. Carece de relevancia y valor^^.

El resto no están locos, son aburridos, no hacen cosas que causen sorpresas y por ende, sean sorprendentes. Además, los locos son normales y por tanto, nosotros somos normales y usamos nuestras cosas para ahuyentar a los demás al igual que el Sombrerero y la Liebre y en adición, nos tratamos con demasiado cariño y nunca es demasiado^^ :P .

El té! Media taza de té por favor! Qué rico está y qué genial es crear nuevas combinaciones fantafuróntásticas ^^. Además nos hace muy elegantes incluso yendo con harapos, somos auténticos lores.

Respecto a Alicia, es como los Fairy Tales que tanto me apasionan, un juego sólo apto para mayores de 18 y en muchos casos para mayores de 30. Es la clásica cosa que si no te entusiasmas como un niño con mente adulta, no entenderás y esto me ha dado una idea. Te amo, mi vida^^.

Anwar El Maatawy dijo...

Interesante post el tuyo, Alicia en el País de las Maravillas es todo un clásico.

A la espera estoy de que se estrene (será en el 2010) la versión cinematográfica de este clásico donde Tim Burton ha plasmado su particular y característica visión.

Saludos desde Cinemaworld and Comics

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