Dorian Grey

- [...] cuéntame más sobre el señor Dorian Grey. ¿Cada cuánto le ves?
- Cada día. No podría estar feliz si no le viera cada día. Me es absolutamente necesario.
- ¡Qué extraordinario! Pensaba que jamás te importaría nada salvo tu arte.
- Ahora él es para mí todo mi arte- dijo el pintor, con gravedad-.

Oscar Wilde - El cuadro de Dorian Grey

Al igual que Basil, me encuentro en un mundo en que el arte me parece la sublimación de lo humano, algo por y para lo que vivir. El arte por el arte, el arte sin un propósito claro, el arte para satisfacción del artista y para culminar un propósito vital. Sin embargo, en la apolínea belleza de Dorian ha encontrado Basil un nuevo motivo para proseguir con su ocupación: ha conocido la juventud, la hermosura. Basil ha conocido el amor.

Mi ocupación, desde luego, no es crear arte, sino amarlo y observarlo. Y, de la misma manera que Basil, puedo decir que he encontrado a mi Dorian Grey, a la encarnación de la belleza y las virtudes humanas. Algo que importa tanto como el arte, que es arte a fin de cuentas: el Amor, la perspectiva de lo Eterno, la Belleza infinita. El estaque de las carpas y las pequeñas mariposas enjauladas en seda.

Yo no deseo que mi Dorian deposite su alma en un lienzo. No necesito que su juventud y su belleza se preserven, inmaculadas, por siempre. Quiero que su alma sea Siempre mía, que su juventud siga como el más dulce recuerdo, que su belleza evolucione a la par que lo hagamos Nosotros para ser, cada día con más intensidad, lo que hemos sido Siempre: la encarnación verdadera del Arte.

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