Irritante: segunda parte


La referencia a la primera parte de la entrada con este mismo propósito -desbarrar sobre aquellas cosas relativas a la sociedad que encuentro sumamente irritantes- la tenéis aquí. Han pasado ya algunos meses y me encuentro con que, cada día, la sociedad me saca más de quicio. Sigamos con mi pequeña lista de los horrores:

- Me enfurece la televisión en todas sus formas, pero muy especialmente la publicidad engañosa, barata, ruidosa, desasosegante. Esa que trata de hacernos pensar que nuestra vida es magnífica, pero podría serlo aún más si tuviésemos en nuestro poder el último modelo de coche, la lejía del futuro, si ingresásemos en este banco nuestros ahorros o si estuviésemos morenos. Muerte a la programación televisiva, por favor, gracias.

- Chicas. Chicas en general. Y, concretamente, chicas que se compran revistas tal que Vogue o Glamour para ver "lo que se lleva" y asaltar las tiendas más próximas a la caza de alguna prenda grotesca que se asemeje a la última creación para anoréxicas de Lagerfeld, Dior, Gucci, Ferragamo, McCartney, Jimmy Choo. Penoso, ¿no es cierto? Es decir, es totalmente lógico vestir "lo que está de moda" en lugar de aquello que nos gusta, que nos sienta bien, aquello con lo que estamos cómodos y refleja nuestra personalidad. Pues no, no es lógico. Estaba siendo completamente sarcástica. En este punto he de aclarar que no tengo nada en contra de las revistas "para mujeres" ni sus lectoras. Bueno, sí que tengo mil puntos en contra, pero serán tratados en otra ocasión.

- Paraguas. Maldito e infecto invento con el que te acabas mojado más que si no lo utilizases. Su uso limita las facultades mentales de quien lo porta, está comprobado. Persona con paraguas es persona que no te deja pasar por ninguna parte aún cuando es consciente de que te estás calando hasta los malditos huesos.

- Zapatos. De. Tacón. Por el amor de Cristo, muchachas, he visto espantapájaros con mucha más gracia que vosotras. ¿No sabéis caminar con tacones sin parecer borrachas ni dar lástima? Sencillo: el mercado ofrece una amplia gama de calzado sin tacón. Fácil, efectivo, simple.

- La necedad es otro punto absolutamente irritante. Admito que la ignorancia sea un mal muy extendido, pero la necedad es siempre corregible. Ahora bien, quien es necio no se esforzará en ponerle remedio. Podría aplicar este comportamiento a, por ejemplo, el criterio musical de cada individuo, que oscila entre bastante pobre y nulo. Y la cosa es que la gente se niega a mejorar. Hay cientos de miles de artistas y estilos por conocer y nos seguimos estancando en las mismas basuras, sin escuchar a quien sabe más y puede aconsejarnos. Y no sólo eso... también utilizamos locuciones más que ilustrativas como "no tienes ni puta idea" contra quienes critican al grupo mierdoso de moda. Algún día me meteré en el gran debate sobre los grupos buenos y los grupos malos. Algún día.

Pues bien, esta ha sido la tanda de cosas odiosas del domingo noche. En resumen, diré que me saca de quicio la gente y su carencia total de personalidad e interés por el aprendizaje; así como el mass media y los fenómenos distópicos de los que hemos de ser testigos mudos. Asco de mundo.

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