El sol llega, como cada día, sin traer nada nuevo. Desearía poder contemplarme desde el reflejo de un charco gris, donde no existan mis caderas, ni mis pechos, ni mi boca, ni mi vientre. Pero comienzo a quejarme porque no, no hay lluvia. Hoy tampoco.
Desearía mirar sin aversión ese reflejo, sin tener que estudiar cada milímetro, sin juzgarme por segundos. También deseo, en secreto, que esas palabras sean para mí, porque así podría atesorarlas, porque una mirada furtiva me golpea desde dentro y me crecen amapolas en el alma. La adormidera. Opio carmesí. Eso necesito: una siesta sin final sobre un campo de flores de sangre. Así no querría una palabra cada vez que obtengo un gesto, ni anhelaría el gesto cuando sólo llegase la palabra.
Que llegue la lluvia, que llegue ya. Que purgue cada miedo, que me convierta en un fantasma, que por fin llegue, de golpe, todo lo que me pueda ofrecer. Gestos o palabras, no importa. Sólo gotas.
Desearía mirar sin aversión ese reflejo, sin tener que estudiar cada milímetro, sin juzgarme por segundos. También deseo, en secreto, que esas palabras sean para mí, porque así podría atesorarlas, porque una mirada furtiva me golpea desde dentro y me crecen amapolas en el alma. La adormidera. Opio carmesí. Eso necesito: una siesta sin final sobre un campo de flores de sangre. Así no querría una palabra cada vez que obtengo un gesto, ni anhelaría el gesto cuando sólo llegase la palabra.
Que llegue la lluvia, que llegue ya. Que purgue cada miedo, que me convierta en un fantasma, que por fin llegue, de golpe, todo lo que me pueda ofrecer. Gestos o palabras, no importa. Sólo gotas.
And all I can do is read a book to stay awake
And it rips my life away, but it's a great escape
And it rips my life away, but it's a great escape
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