Desde entonces me molestan mucho esas dos palabras: atinado y sensato. Son falsas y pedantes. Sirven para ocultar y mentir. Todo es desatinado e insensato. Toda la historia, toda la vida, todas las épocas han sido desatinadas e insensatas. Nosotros mismos. Cada uno de nosotros, por naturaleza, es desatinado e insensato, sólo que nos reprimimos para retornar al redil como buenas ovejas, y nos ponemos riendas y mordazas.
Estuve llevando aquella doble vida mucho tiempo: atinado y sensato en la estación de radio. Desatinado e insensato en el solar, con Miriam. Aún no me sentía libre, pero ya estaba en el camino. Lo cierto es que no me interesa nada que sea lineal, recto. No me interesa nada que avance limpiamente de un punto a otro, y se sepa perfectamente que esa línea comenzó aquí y terminó allí. No. No hay que pretender nunca ser atinado y sensato y llevar una vida lineal y exacta. La vida es muy azarosa.
Estuve llevando aquella doble vida mucho tiempo: atinado y sensato en la estación de radio. Desatinado e insensato en el solar, con Miriam. Aún no me sentía libre, pero ya estaba en el camino. Lo cierto es que no me interesa nada que sea lineal, recto. No me interesa nada que avance limpiamente de un punto a otro, y se sepa perfectamente que esa línea comenzó aquí y terminó allí. No. No hay que pretender nunca ser atinado y sensato y llevar una vida lineal y exacta. La vida es muy azarosa.
Pedro Juan Gutiérrez - Trilogía sucia de la Habana
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