- ¿Dónde está la verdad?
Ella responde:
- En ninguna parte. Todo es apariencia, ilusión, desfile de sombras chinescas sobre las paredes iluminadas o lóbregas de nuestra alma. Todo cambia, nada persiste; y lo que ya profanó la admiración del populacho, no merece ni la mirada del artista. Las opiniones, los sentimientos de la multitud, ignórelos usted. Las sensaciones sencillas y francas... a los mozos de cuerda. La sensación hay que pasarla por alquitara, destilarla y oscilar entre ella - pero exquisita y sobreaguda- y el negro tedio que nos encamina a la realidad antiestética de la muerte...
Ella responde:
- En ninguna parte. Todo es apariencia, ilusión, desfile de sombras chinescas sobre las paredes iluminadas o lóbregas de nuestra alma. Todo cambia, nada persiste; y lo que ya profanó la admiración del populacho, no merece ni la mirada del artista. Las opiniones, los sentimientos de la multitud, ignórelos usted. Las sensaciones sencillas y francas... a los mozos de cuerda. La sensación hay que pasarla por alquitara, destilarla y oscilar entre ella - pero exquisita y sobreaguda- y el negro tedio que nos encamina a la realidad antiestética de la muerte...
Emilia Pardo Bazán - La quimera
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