Es muy curioso cómo se comporta la Vida con uno. En el momento en que tienes algo que te gusta, que aprecias, deseas y necesitas, la Vida, como la gran perra que es, te deja ciego y te lo arrebata, dejándote en la miseria, con una sensación de absoluto fracaso y las ganas de nada en el cuerpo.
Hay varias opciones al respecto. Yo reivindico mi derecho a formar parte de la plaga que somos el ser humano, reivindico mi derecho a seguir adelante y, si la Vida reparte hostias, no quedarme arrodillada llorando, asustada por el dolor: levantarme, gritar, y devolverle a la Vida hostias más fuertes.
Porque a veces hace falta un buen uppercut para darse cuenta de que una sigue teniendo cojones. Y muy grandes.
Hay varias opciones al respecto. Yo reivindico mi derecho a formar parte de la plaga que somos el ser humano, reivindico mi derecho a seguir adelante y, si la Vida reparte hostias, no quedarme arrodillada llorando, asustada por el dolor: levantarme, gritar, y devolverle a la Vida hostias más fuertes.
Porque a veces hace falta un buen uppercut para darse cuenta de que una sigue teniendo cojones. Y muy grandes.
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